Proceso de Trabajo en el Torno Cerámico

 Proceso de Trabajo en el Torno Cerámico


Antes de iniciar, es crucial preparar la arcilla mediante el amasado para evitar que alguna burbuja de aire atrapada en las paredes de la pieza pueda ocasionar su rotura durante el proceso de cocción.


Una vez en el torno, se debe centrar la masa de arcilla (conocida como "pella") antes de comenzar a dar forma a la pieza. Tras abrir y elevar la masa, se deja secar hasta alcanzar la consistencia de cuero, momento en el que se encuentra aún húmeda pero lo suficientemente firme como para no pegarse al tacto.


Posteriormente, se procede a volver a centrarla en el torno para refinar su forma mediante el retorno.


Para aquellas piezas que recibirán esmalte, se espera a que estén completamente secas para luego aplicar una capa de esponja húmeda y suavizar la superficie.


Una vez seca por completo, la pieza se cuece a aproximadamente 980 ºC durante aproximadamente 8 horas. Posteriormente, se permite un tiempo de enfriamiento de más de 12 horas para evitar roturas debido al choque térmico al sacarla del horno.


Una vez bizcochada (cocida), se aplica el esmalte sumergiendo la pieza en un cubo y eliminando el exceso de escurrimiento para evitar irregularidades en la superficie. Luego, se pintan a mano los diseños con óxidos metálicos puros como cobalto, cobre o hierro.


Una vez seco el esmalte, se cuece nuevamente a aproximadamente 970º C.


Para aquellas piezas que se bruñirán, el proceso es diferente. Después de darles forma y retornearlas, se pulen con una herramienta lisa para obtener la suavidad característica. Posteriormente, se realizan las incisiones con modeladores específicos.


Una vez completamente secas, se bizcochan y se procede a esmaltarlas, vertiendo el esmalte por dentro y girándolas para que cubra toda la superficie. Se limpian las irregularidades del esmalte con una herramienta cortante y una esponja húmeda.


Tras el secado del esmalte y la arcilla, se aplica óxido de hierro con fundente sobre la superficie bruñida para que penetre en las incisiones. Luego, se elimina el exceso de óxido con una esponja húmeda para resaltar el contraste.


Algunas piezas se terminan con el borde pintado con óxido de hierro, mientras que otras tienen el esmalte blanco extendido hasta el borde.


Una vez seca la pieza, se cuece nuevamente a aproximadamente 970º C y se aplica cera para protegerla de la suciedad usando las herramientas para cerámica.

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